La utilización de la música y de la imagen en la enseñanza en general y en la de LE no es un fenómeno
nada nuevo, todo lo contrario. ¿A cuántos de nosotros profesores nos ha marcado
una o más de una canción durante nuestro etapa escolar? No hay nada mejor que
motivar a los adolescentes que utilizando la música.
Las tecnologías móviles y, en este caso, el uso de las infografías,
contribuyen a desarrollar y filtrar una serie de contenidos clave que voy a
tratar a continuación. Pero antes, es importante empezar con
una parte teórica y cabe analizar la cita de BLACKING (1974) acerca de la música:
‘Music is a synthesis of
cognitive processes that are present in culture and in the human body. Music
expresses aspects of the experience of individuals in society'.
También,
es importante conocer el tipo de canciones que se pueden analizar. GAMMON
(1984) describe tres tipos diferentes de discurso musical:
a)
Canciones narrativas, que implican acciones y lo que él llama la transición de
un estado a otro.
b)
Canciones líricas, que expresan un estado o relación, pero donde no existen
acciones.
c)
Un estado situacional, un tipo de narrativa múltiple describiendo una serie de
situaciones unificadas por la presencia de un elemento común, que
normalmente es expresado en forma de ‘estribillo’.
También,
destaco la afirmación de MURPHEY (1989) en referencia al uso de las letras de
las canciones:
“It could be that
for many listeners the words are not attended to at all, that it is purely the
music which dictates song selection and appreciation, and that it really does
not matter what language songs are sung in because the music is the important
factor. For listeners who do attend to the lyrics, there is definitely
information available".
La habilidad de la música para estimular un interés
cognitivo emocional es extremadamente útil para cualquiera que desee que una
audiencia esté interesada por más o menos tiempo. Unos grupos de palabras se
retienen de manera fácil en la mente cuando nos fijamos en el marco de la
melodía, el ritmo y la acentuación.
MURPHEY
(1989) se refiere al sistema emocional del adolescente como extremadamente
abierto y afirma:
"When they feel, they feel
intensely. These emotions associatively find expression, and are somewhat
frozen for posterity, in the songs one hears during adolescence".
DUBIN
(1974) establece cuatro tipos de canciones con los que se puede
trabajar en la clase de LE: la historia o canción narrativa, canciones de
acción, canciones de películas y canciones con ideas. Esta última
categoría es un comodín para hacer comentarios sobre la vida, el mundo y
nuestro papel en él. Pueden ser de clase política, social o personal y suelen
llevar a debatir su contenido o utilizarlo para un proyecto de trabajo.
CASS
y PISKE (1977), quienes a su vez aconsejan a los profesores a evitar una
instrucción gramatical explícita cuando trabajen con canciones, ya que su uso
es de refuerzo o de introducción a puntos gramaticales, nos
presentan cuatro factores a considerar al trabajar con canciones:
a) La relación con el
estribillo o el tono de la música.
b) La inteligibilidad
c)
El grado de dificultad
d) La temática y el contenido
REEVES
& WILLIAMSON (1987) sugiere que los profesores deben facilitar listados de
palabras para facilitar su comprensión en las letras y que ellos estén divididos
en niveles. Asimismo, los ejercicios recomendables son aquellos en los que se
completan las palabras que faltan en un texto.
Si
añadimos la lectura de la imagen, algo en lo que los alumnos no están entrenados de manera sistemática, el uso
del videoclip es de gran aceptación.
Utilizando
videoclips, los profesores pueden combinar un amplio margen de
actividades pedagógicas
así como el estudio de la película, la relación de las letras con las
imágenes, el
análisis de imágenes estáticas y/o en movimiento. Los mensajes impresos, la subtitulación, los
diálogos, monólogos, aspectos curiosos y los efectos merecen también una
referencia necesaria.
Después
de este estudio teórico, es hora de pasar a la parte enfocada al uso de los
aplicaciones móviles y su uso en relación a estos contenidos. La siguiente
infografía servirá de comentario central:
Youtube, hace ya unos años, revolucionó el entorno audiovisual, pero necesita de un filtro musical que otras aplicaciones más especializadas están desarrollando actualmente.
Spotify es una de ellas, de cara a ofrecer música en línea, desde el ordenador de sobremesa, un portátil o una tableta y de manera gratuita, pero desde el teléfono móvil implica actualmente el pago de una cuota mensual que los adolescentes quieren evitar.
Shazam se ha coronado como la aplicación ideal para reconocer quién interpreta una canción e incorpora la posibilidad de cantarla , tipo karaoke, si existe la posibilidad (algo que no todas las canciones en la base de datos incorporan). Evidentemente, ello se produce escuchando la canción, por ejemplo en la radio, pero si se desea obtener el archivo sonoro hay que descargarla desde una plataforma y pasarla al teléfono móvil. Últimamente Shazam ha ampliado sus contenidos y la inclusión de vídeoclips, si bien su base de datos se centra especialmente en canciones más recientes.
Tunewiki, teniendo la canción ya descargada en nuestro dispositivo, al escuchar una canción y activar la aplicación, nos facilita el enlace con la letra para verla, cantarla o compartirla, incorpora karaoke en algunas ocasiones y tiene, al igual que Shazam, un entorno de redes sociales y canciones compartidas excelente.
Para pasar a la opción de visualización de un vídeoclip, además de poder escuchar la canción, Vagalume tiene enormes posibilidades educativas, ya que dispone de un enlace directo de la opción videográfica con el canal de Youtube. La opción desde dispositivos móbiles no garantiza, por ejemplo, encontrar vídeos con subtitulaciones de las letras, pero desde la página web de esta empresa brasileña las opciones aumentan muchísimo: incorporando álbumes, canciones y enlaces con una base de datos de vídeoclips. El apartado de subtitulación merece una entrada aparte, ya que hay qué analizar cuál es el número máximo de palabras que el ojo humano puede procesar correctamente, su tamaño y las normas que regulan estas entradas, y que muy pronto encontraremos aquí.
Esperemos que podáis gozar de este gran estímulo visual y auditivo que la música supone.
Bibliografía:
BLACKING, J. (1974) How musical is Man? Seattle. University of Washington Press.
CASS, G. y PISKE, A. (1977). “Pedagogical Pop. A practical Guide to Using Pop Music in English Language Teaching”, en Praxis des Neuschprachlichen unterrichts 24 (2), 131-139.
DUBIN, F. (1974). Pop, rock, and folk music: an overlooked resource. English Teaching Forum,12, 3, 1-5.
FIGUERAS,
L. (1999). Noves estratègies
tecnològiques de comunicació per a l'ensenyament de l'anglès a l'E.S.O.: els
vídeoclips musicals. Llicència d'Estudis. Generalitat de Catalunya. Departament
d'Ensenyament.
GAMMON, V. (1984) “ ‘Not appreciated in Worthing?’ Class expression and popular song texts in mid-nineteenth-century Britain”, en Popular Music 4, 5-24.
MURPHEY, T (1989) . Song and Music in Language Learning. Bern, European
University Studies.
REEVE, C. & J. WILLIAMSON (1987). Look what you’ve done to my song. Modern
English Teacher, 14, 4, pp. 33- 36.
SILVA, M.T. (2006). La enseñanza del inglés como lengua extranjera en la titulación de Filología inglesa: el uso de canciones de música popular no sexistas como recurso didáctico. Universidad de Málaga.
TAMAYO, A. (2015) "Estudio descriptivo sobre la subtitulación para niños sordos y con discapacidad auditiva en las cadenas infantiles y juveniles en España", en Quaderns: revista de traducció, número 22 (en prensa).